Buscar excusas. Encontrar justificaciones con las que liberarnos de la responsabilidad de un error, de un fracaso o de no haber conseguido lo que nos proponíamos. Es tan humano como inútil en la mayoría de las ocasiones.
“Ni tú ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida… Pero hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana”, le advierte. Y va más allá: “No puedes estar diciendo que no estás donde querías estar por culpa de él, de ella ni de nadie. Eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres. Tú eres capaz de todo”. rata de no buscar excusas. No es sencillo y, a veces, resulta inevitable. Por supuesto que los resultados de cualquier iniciativa dependen de muchos factores. Pero esquivarlas, cuando sea posible, sólo permitirá que la autocomplacencia deje paso a la motivación y la superación.
La mentalidad de escasez es una vocecita interior que te dice que no eres capaz, que no salgas de tu zona de confort, que no inviertas tiempo, dinero y esfuerzo en perseguir tus sueños. Otras de las manifestaciones de este mal son las objeciones que tú mismo levantas, los enemigos que tú eliges, las veces que no haces tu mejor esfuerzo, las ocasiones en las que tiras la toalla.
La mentalidad de escasez te frena, te paraliza, te desvía de tus verdaderos objetivos, te hacer creer en una realidad que no es cierta. Lo peor, te llena de miedos, miedos que te impiden tomar acción, que provocan que tus decisiones no sean las acertadas. La mentalidad de escasez es un lastre que cargas sobre tu espalda, que mina tus energías y que, sobre todo, te aleja de tus sueños.
Una de las dificultades para enfrentar y vencer a este poderoso enemigo que es la mentalidad de escasez es que creemos que se relaciona únicamente con el dinero. Esa creencia es equivocada, fruto de las enseñanzas que nos imparten desde niños y según las cuales somos lo que tenemos. Es más bien una excusa fácil: la culpa es del dinero. Cuando lo tenemos, se acaban los problemas.
Acá te comparto tres estrategias (pensamientos) para que compitas y venzas la mentalidad de escasez:
1) Hay suficiente, hay para todos: pensar que no hay suficiente origina la mentalidad de escasez, porque nos aferramos a lo poco que tenemos y, peor, nos conformamos con eso. Siempre hay más, más oportunidades, más nuevos y buenos clientes, más negocios. Siempre hay personas dispuestas a acompañarte, a ayudarte, a seguirte. Siempre hay una razón para seguir adelante.
2) Quieres menos, disfrutas más: nos enseñaron que más es mejor, pero esa creencia solo nos conduce al caos, a la insatisfacción, a la obsesión enfermiza. Lo peor es que provoca que no apreciemos aquello que tenemos, lo que hemos conseguido, las personas que nos rodean, los logros conquistados. Aprende a valorar lo que eres, lo que tienes, y verás cómo cambia tu vida.
3) Construye tu vida, no te conformes: la única verdad irrefutable del mundo moderno, y más en los negocios, es que cambia, todo cambia. La vida es dinámica pura y nada se escapa de esa realidad. Todo se puede cambiar, inclusive los pensamientos limitantes. Entiende que lo que tienes es suficiente para conseguir lo que deseas si trabajas con disciplina, tesón y perseverancia.
No tienes por qué resignarte con poco. Tú estás en capacidad de conseguir todo, absolutamente todo lo que te propongas. En la vida, en los negocios, en las relaciones, en cualquier ámbito. Eso sí, para comenzar a avanzar, para poder dar el primer paso, tienes que erradicar de tu cabeza la mentalidad de escasez. Piensa con abundancia, siente con abundancia y verás cómo cambian los resultados.